martes, 28 de marzo de 2017

¡Dando color!

¡Hola a todos!

Nuestra clase de hoy ha consistido en realizar un taller de pintura, como el que realizaremos en nuestro futuro proyecto. Para ello, hemos comenzado la clase con la explicación de aquellos conceptos básicos de la pintura que íbamos a necesitar.

En primer lugar tenemos que saber que las pinturas son fundamentalmente pigmentos, los cuales pueden ser de tres tipos dependiendo de su origen:
  • De origen animal. Un ejemplo de este tipo de pigmentos es la cochinilla la cual nos la podemos encontrar en los cactus y que es de color rojo carmín. Otro ejemplo de este tipo es la concha de los animales, la cual es utilizada para hacer pinturas blancas.
  • De origen vegetal. Podemos utilizar algunas raíces, el azafrán, el carbón, pétalos de flores...
  • De origen mineral. Como la tiza, la arcilla, la piedra caliza... Pero para poder utilizar este tipo de pigmentos debemos de impregnarlos con barniz.
Sin embargo, la mayor parte de los pigmentos que utilizamos hoy en día tanto en casa como en nuestras aulas, son sintéticos, ya que para poder hacer estos pigmentos (los citados anteriormente) hay que llevar a cabo un proceso que no es muy difícil, pero que conlleva tiempo y además, los pigmentos sintéticos cuentan con la ventaja de que se secan a la vez, entre muchas otras. 

Para llevar a cabo ese proceso, en primer lugar deberemos hidratar nuestros pigmentos. Pasadas 24 horas separaremos el agua que no se ha absorbido mediante decantación y finalmente lo mezclamos con los aglutinantes. Este último paso es muy importante, puesto que dependiendo del aglutinante que echemos,  obtendremos distintos tipos de pintura:
  • Acrílicos. Se forman mediante la mezcla del pigmento hidratado y cola blanco.
  • Temple al huevo. Para este tipo de pintura utilizaremos la yema del huevo, para lo cual necesitaremos mezclar la misma cantidad de yema de huevo que de pigmento hidratado. Además tendremos que tener cuidado de que la yema no se mezcle con la membrana vitelina.
  • Pinturas de pastel. Mezclando la leche desnatada con el pigmento hidratado, a lo cual tenemos que envolver fuertemente con un rollo.
  • Óleo. Mezclaremos el pigmento hidratado con aceite de linaza. Este tipo de pintura no es recomendable para la utilización en las aulas de primarias, puesto que es muy tóxico y más complejo de utilizar. Por otro lado no termina de secarse hasta que pasan 100 años. Sin embargo cuenta con la gran ventaja de que el color no cambia una ve que se ha secado.
Imagen tomada por el autor del blog
Pero para poder utilizar las pinturas necesitamos herramientas. Hoy hemos visto algunas de ellas como son los pinceles y rodillos. Los pinceles los encontramos de varios de tipos: redondos, carrados y de lengua de gato (caracterizados por tener los bordes recortados). También los podemos clasificar en función del tamaño de su mango en largos o cortos. Para trabajar con niños se recomienda los de mango largo puesto que tienen menor posibilidad de mancharse. Por otro lado nos encontramos con el tipo de pelo, el cual puede ser de ardilla que tiene mayor capacidad para retener el agua, o de origen vegetal. Es fundamental que una vez se haya terminado de trabajar con ellos limpiarlos bien, preferiblemente primero con aguarrás y luego con jabón.

Una característica muy importate que tienen las pinturas es su nivel de grasa, la cual nos permitirá pintar una encima de otra pintura o no. Cuanto mayor sea el nivel de grasa que presente más arriba se tendrá que encontrar esa pintura, ya que encima de ellas, no se agarra ningún color. La pintura más grasa que nos encontramos es el óleo.


Una vez explicados los pigmentos y los distintos tipos de pintura que podemos obtener a partir de ellos, nos hemos centrado en el color.

En nuestra hablamos de tres colores básicos, a los cuales les llamamos primarios, que son el rojo, el azul y el amarillo, y que a partir de éstos, hacemos todos los demás. Sin embargo, cuando se mezclan los tres colores primarios se neutralizan. A continuación en la clasificación nos encontramos con los colores secundarios: morado (rojo y azul), verde (azul y amarillo) y naranja (rojo y amarillo).


También hemos visto los colores adyacentes y complementarios:
  • Adyacentes: es aquel secundario que sé que está en su mezcla, por ejemplo, el azul es adyacente del verde y del violeta. Cada color tiene dos adyacentes.
  • Complementarios: el complementario de un primario es aquel en el que no ha intervenido en su mezcla y el de un secundario, es aquel primario en el que no complementa.
Clasificación de los colores: primarios, secundarios, adyacentes y complementarios


Una vez realizada la explicación teoría, nos hemos puesto manos a la hora realizando diferentes láminas y utilizando varias técnicas:
  1. Cinta carrocero, para realizar líneas rectas.
  2. Cera, sobre la cual no se agarraba la pintura.
  3. Sellos, mediante la utilización de patatas moldeadas a nuestro gusto.
  4. Papel de seda, mezclado con cola para moldear diferentes formas.
Aquí os dejo algunas de los trabajos realizados:

Lámina realizada por Desireé Díaz-Tendero


imagen tomada por el autor del blog

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